Intentaremos con esta entrada daros algunas ideas, consejos de cómo realizar la revisión de una traducción.
En un principio tenemos que ser auto-críticos y realizar una lectura, a poder ser pasadas unas cuantas horas, completa de nuestra traducción buscando esos típicos errores ortográficos, alguna frase mal construida, algún que otro error gramatical… que a la hora de traducir pueden ocurrir.
Una vez hecha nuestra revisión y corregidos esos mínimos errores que pudieran existir es la hora de enviar nuestros trabajos al cliente final o al un revisor para que den el visto o bueno o sugieran algún tipo de cambio.
Si pasamos nuestro trabajo a un revisor, en principio podemos dar por finalizado el proyecto ya que será esta figura la encargada de corregir los textos. En este caso toda la responsabilidad es del revisor por lo que, entre comillas, podemos quedarnos tranquilos. Nuestro trabaja ha finalizado.
En el caso caso de que pasemos el proyecto de traducción al cliente final, seguro que hará que alguna persona de confianza ( ya sea profesional o no ) lo lea y dé su visto bueno, en este caso es importante tener mucha mano derecha para lidiar con los posibles enfados de nuestros clientes, pero al menos, tendrás comunicación directa con el cliente y te será más fácil realizar correcciones sobre la marcha.
¿Qué opción te parece más indicada?
¿Utilizas alguna otra forma para revisar una traducción?
Esperamos tus comentarios!