Si tienes un empresa, lo más probable es que en algún momento te hayas planteado la opción de hacer crecer tu negocio a través de la exportación. La venta en nuevos mercado emergentes es clave para diversificar y minimizar el riesgo que supone apostarlo todo al mismo número. En épocas de crisis, es muy probable que los mercados se comporten de formas diferentes y que lo que se pueda perder en uno quede compensado por el otro.
Estamos de acuerdo entonces que exportar es un buena idea, sin embargo es arriesgado y complejo si lo queremos hacer a través de la presencia física de nuestra empresa en otro país.
Una vez, que hemos elegido un destino, hemos hecho un profundo análisis del mercado, de la competencia que allí nos vamos a encontrar y ya tenemos listo nuestro nuevo plan de comunicación. Sólo nos queda tantear el mercado. La forma tradicional de hacerlo es a través de viajes y visitas al nuevo país. Lo más común es aprovechar las misiones comerciales que organizan algunas instituciones públicas u organizaciones especializadas en el comercio exterior, asistir a ferias y con un poco de suerte, podremos cerrar algún contrato o venta.
Parece una tarea complicada, en la que hay que disponer de bastantes recursos económicos y sobretodo tiempo. Las empresas pequeñas no siempre pueden permitirse esos lujos, aunque se dediquen a sectores con potencial para vender en otros países, son muchas las pymes que tienen eternos planes de expansión guardados en los cajones y que nunca encuentran el momento para llevarlos a cabo.
La alternativa es Internet, donde podemos exportar en un entorno virtual, donde los mercados electrónicos ganan en eficiencia a los físicos, principalmente debido a que el coste de transacción se reduce de una manera muy importante ya que podremos empezar a vender en un nuevo mercado con una estructura muy básica. Otra de las ventajas del comercio electrónico, es que la información se genera en tiempo real y a unos costes muy competitivos, a través de servicios como la voz ip, el e-mail o las redes sociales y como no, nuestro escaparate más importante, una página web que puede ser traducida a cualquier idioma, nunca antes tuvimos la oportunidad de entrar en el hogar de millones de personas de cualquier parte del mundo.
La evolución de la tecnología y de Internet aumentan cada día las posibilidades de crecimiento de medianas y pequeñas empresas, que con pocos recursos y con mucha imaginación, han logrado posicionarse en otros países junto a auténticos gigantes. Junto a las tecnologías mencionadas con anterioridad, el poder del marketing online, democratiza la presencia de las empresas en cualquier parte del mundo, desde campañas de estrategias SEO, SEM o SMO (campañas para tener presencia en los buscadores de internet y las redes sociales más populares de cada país) hasta envío de emails y generación de contenidos virales a través de vídeos o blogs.
Todas éstos medios de promoción internacional de nuestro negocio a través de Internet, no requieren de una infraestructura compleja y costosa. Es una de las mejores oportunidades para explorar y tantear nuevos mercados a un coste muy bajo y con un alto grado de eficiencia.